Acceso de calidad a servicios básicos que incluyen agua potable, saneamiento, gestión de residuos y electricidad en entornos complejos, como en comunidades después de desastres, situaciones de emergencia y asentamientos de refugiados.
Promover oportunidades de ingresos y empleo alternativos, la presencia de mujeres en el lugar de trabajo, productos y servicios competitivos y un mayor acceso al mercado.
Acceso a servicios de salud, educación y prestación de servicios confiables y asequibles.
Protección de los activos humanos, económicos y naturales, mediante la adopción e implementación de medidas de resiliencia.
Administración de recursos y consumo más inteligente para satisfacer mejor las crecientes necesidades de agua, alimentos y energía de una población mundial en constante desarrollo.